top of page

Editorial I Una guía para educarlos a todos

  • Foto del escritor: guillermobelinchon
    guillermobelinchon
  • 15 may 2021
  • 3 Min. de lectura

La polémica guía sexual educativa distribuida a los colegios e institutos por el Ayuntamiento de Getafe, abre el debate acerca de si es correcta o no, la educación que reciben los jóvenes sobre la sexualidad



Jóvenes menores de edad dando clase. Foto: Telemadrid.


La educación sexual para los jóvenes sigue siendo un tema tabú muy importante en determinadas familias tradicionales. Los progenitores en muchas ocasiones, intentan evadir la responsabilidad que tienen de educar a sus hijos en aspectos como la masturbación o las relaciones personales, bien por desconocimiento o bien por vergüenza; y dejan este tipo de enseñanza a los profesores, o en algunos casos, a que la descubran ellos mismos a lo largo de su vida.


Cuando el pasado 13 de abril la sociedad se hizo eco de la guía sexual educativa que la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, había aprobado para que los profesores del Municipio pudieran impartirla en las aulas, las redes sociales no tardaron en llenarse de críticas de padres y vecinos enfadados tildando a la dirigente de pederasta y pervertida. Se le acusaba de incitar a los menores a mantener relaciones sexuales y divulgar una guía con un contenido no apto para menores edad, convirtiéndose ese día en trending topic de Twitter.


El contenido de esta guía que tanto revuelo ha causado, se basa en información sexual a través de dibujos coloridos y frases ingeniosas, que rompe con los temas tabús de una manera completamente diferente a lo que los más adultos experimentaron en sus épocas de estudiantes. Temas como la masturbación, la menstruación o la anatomía de nuestros órganos reproductores, se explican de una forma directa y sin tapujos, abordándolos de una forma diferente a lo que estamos acostumbrados.


Son esas imágenes y descripciones las que han dado pie a que los padres critiquen la guía educativa. Ejemplos como: “apaga la tele y enciende tu clítoris” o las razones del porque la masturbación es divertida, son algunos de los casos que ha hecho que asociaciones como HazteOir, o el propio Obispo de Getafe, criticasen públicamente tanto a la alcaldesa como al libro educativo.

Cuenta de HazteOir en Twitter pidiendo la retirada de la guía. Foto: Twitter.


Esta polémica se crea en un contexto en donde colectivos y asociaciones feministas, fomentan que haya más libertad educativa a la hora de hablar de sexualidad y de evolucionar con las etiquetas de género, y eso hace que algunos padres y ciudadanos estén mucho más irascibles de lo normal, al no compartir esa voluntad de cambio que tienen las nuevas generaciones.


Desde el periódico creemos que la guía sexual es demasiado explícita para jóvenes de primaria y secundaria, ya que las descripciones emplean un tono, a nuestro juicio, demasiado adulto y maduro, y eso puede tener un efecto negativo en la educación de los estudiantes.


Pero si abogamos por la necesidad de una remodelación sistema educativo sexual vigente, ya que creemos que está muy desfasado. Esos padres y madres que delegan a los profesores la formación sexual de sus hijos, piensan que será igual que cuando ellos eran unos chavales: varias personas de una asociación o del propio Gobierno yendo clase por clase, poniendo condones a los plátanos y dando el tema como resuelto, y eso no es así. O no debería ser así.



Una página de la guía educativa. Foto: La Vanguardia.


Con la llegada de Internet y las páginas porno, los jóvenes tienen acceso a todo tipo de videos que no concuerdan con lo que realmente es tener relaciones sexuales, y eso puede llegarles a perjudicar en un futuro. Creemos que la educación sexual es necesaria, la información de nuestro cuerpo y de cómo funciona es un tema primordial en la educación de un adolescente, pero también hay que cuidar la manera en la que se enseña.


Los padres deben de ser los primeros en saber educar a sus hijos, siendo los primeros en tener conversaciones sobre sexualidad con ellos sin ningún tipo de vergüenza. Y junto a lo mencionado, la necesidad de que los colegios destinen una parte económica en hacer hincapié a través de especialistas en la materia, en impartir una educación sexual sana, libre de tabús e igualitaria; para que cuando llegue el momento de la pubertad en donde los jóvenes empiezan con las dudas, tengan a su alcance las herramientas necesarias para disiparlas, no teniendo que improvisar por el desconocimiento y pudiendo cometer errores que pueden llegar a ser irreversibles.




Comments


bottom of page